No alcanza con darse cuenta, hay que ver qué hacemos con eso que nos damos cuenta.
Cada persona tiene un camino y depende de él, ella o ellos recorrerlo y lo que haga con él. Los caminos de algunos son en grupo, los de otros son de a pares y los de otros son más solitarios, todos, son igual de válidos, porque lo que importa es la consciencia.
Granada es ácida, irónica, no es políticamente correcta, es movilizadora, es disruptiva, provocadora... Acá no te podés acomodar, nunca, porque en cuanto lo hacés vienen Mecha y los Guías y te hacen mover, te sacuden y te dicen que a veces hay que aprender a convivir con incomodidad para que puedas avanzar hacia donde querés.